Este blog solo tiene un propósito y es que hagamos un paréntesis en nuestras vidas, e intentemos por unos momentos aparcar los problemas del día a día y relajarnos un poco, hay que pensar que la vida es un regalo aprendamos a disfrutarlo.

jueves, 31 de enero de 2008

Depende

Depende de quién son las manos 
manos
Una pelota de basketball en mis manos vale $19 dólares. 
En las manos de Michael Jordán vale $33 millones de dólares 

Depende de quién son las manos.

Una pelota de baseball en mis manos vale $6 dólares. 
En las manos de Mark McGuire vale $19 millones de dólares. 

Depende de quién son las manos.

Una vara en mis manos podrá ahuyentar a una fiera salvaje. 
En las manos de Moisés hizo que las aguas del mar se separaran. 

Depende de quién son las manos.

Una honda en mis manos es tan solo un juguete. 
En las manos de David es un arma potente. 

Depende de quién son las manos.

Dos peces y cinco piezas de pan en mis manos son unos emparedados 
En las manos de Jesús alimentaron a una multitud. 
Depende de quién son las manos.
Unos clavos en mis manos serán suficientes para construir una silla. 
En las manos de Jesucristo trajeron salvación al mundo entero. 

Depende de quién son las manos.

Como podrás ver, depende de quién son las manos. 
Así que, coloca tus aflicciones, tus preocupaciones, tus temores, tus anhelos,
tus sueños, a tu familia y a tus relaciones personales en las manos de Dios.
Porque recuerda que depende de quién son las manos.
 

miércoles, 30 de enero de 2008

Aprendí

Como los budistas, sé que la palabra no es el hecho, si digo manzana no es la maravilla innombrable que enamora el verano, si digo árbol apenas me acerco a lo que saben las aves, el caballo siempre fue y será lo que es sin saber que así lo nombro.
Sé que la palabra no es el hecho, pero sí que un día mi padre bajó de la montaña y dijo unas palabras al oído de mi madre, y la incendió de tal manera que hasta aquí he llegado yo, continuando el poema que mi padre comenzó con algunas palabras.
Nacemos para encontrarnos (la vida es el arte del encuentro) encontrarnos para confirmar que la humanidad es una sola familia y que habitamos un país llamado Tierra.
Somos hijos del amor, por lo tanto nacemos para la felicidad (fuera de la felicidad son todos pretextos), y debemos ser felices también por nuestros hijos, porque no hay nada mejor que recordar padres felices.
Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la Tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo.
Además, el universo siempre está dispuesto a complacernos, por eso estamos rodeados de buenas noticias..
Cada mañana es una buena noticia, cada niño que nace es una buena noticia, cada cantor es una  buena noticia porque cada cantor es un soldado menos, por eso hay que cuidarse del que no canta porque algo esconde.
Eso lo aprendí de mi madre que fue la primera buena noticia que conocí.
Se llamaba Sara y nunca pudo ser inteligente porque cada vez que estaba por aprender algo llegaba la felicidad y la distraía, nunca usó agenda porque sólo hacía lo que amaba, y eso se lo recordaba el corazón.
Se dedicó a vivir y no le quedaba tiempo para hacer otra cosa.
De mi madre también aprendí que nunca es tarde, que siempre se puede empezar de nuevo, ahora mismo le puedes decir basta a la mujer que ya no amas, al trabajo que odias, a las cosas que te encadenan a la tarjeta de crédito, a los noticieros que te envenenan desde la mañana, a los que quieren dirigir tu vida, ahora mismo le puedes decir basta al miedo que heredaste, porque la vida es aquí y ahora mismo.
Me he transformado en un hombre libre (como debe ser), es decir que mi vida se ha transformado en una fiesta que vivo, en todo el mundo, desde la austeridad del frío patagónico a la lujuria del Caribe, desde la lúcida locura de Maniatan al misterio que enriquece a la India, donde la Madre Teresa sabe que debemos dar hasta que duela.
Caminando comprobé que nos vamos encontrando con el otro, lenta, misteriosa, sensualmente, porque lo que teje esta red revolucionaria es la poesía.
Ella nos lleva de la mano y debajo de la luna hasta los últimos rincones del mundo donde nos espera el compinche, uno más, el que continúa la línea que será un círculo que  abarcará el planeta.
Esta es la revolución fundamental, el revolucionarse constantemente para armonizar con la vida, que es cambio permanente, por eso nos vamos encontrando fatalmente para iluminar cada rincón.
Que nada te distraiga de ti mismo, debes estar atento porque todavía no gozaste la más grande alegría ni sufriste el más grande dolor.
Vacía la copa cada noche para que Dios te la llene de agua nueva en el nuevo día.
Vive de instante en instante porque eso es la vida.
Me costó 57 años llegar hasta aquí, cómo no gozar y respetar este momento?
Se gana y se pierde, se sube y se baja, se nace y se muere.
Y si la historia es tan simple, porqué te preocupas tanto?
No te sientas aparte y olvidado, todos somos la sal de la Tierra.
En la tranquilidad hay salud, como plenitud dentro de uno.
Perdónate, acéptate, reconócete y ámate, recuerda que tienes que vivir contigo mismo por la eternidad, borra el pasado para no repetirlo, para no abandonar como tu padre, para no desanimarte como tu madre, para no tratarte como te trataron ellos, pero no los culpes porque nadie puede enseñar lo que no sabe, perdónalos y te liberarás de esas cadenas.
Si estás atento al presente, el pasado no te distraerá, entonces serás siempre nuevo.
Tienes el poder para ser libre en este mismo momento, el poder está siempre en el presente porque toda la vida está en cada instante, pero no digas no puedo ni en broma porque el inconsciente no tiene sentido de humor, lo tomará en serio y te lo recordará cada vez que lo intentes.
Si quieres recuperar la salud abandona la crítica, el resentimiento y la culpa, responsables de nuestras enfermedades.
Perdona a todos y perdónate, no hay liberación más grande que el perdón, no hay nada como vivir sin enemigos.
Nada peor para la cabeza y por lo tanto para el cuerpo, que el miedo, la culpa, el resentimiento y la crítica que te hace juez (agotadora y vana tarea) y cómplice de lo que te disgusta.
Culpar a los demás es no aceptar la responsabilidad de nuestra vida, es distraerse de ella.
El bien y el mal viven dentro tuyo, alimenta más al bien para que sea el vencedor cada vez que tengan que enfrentarse.
Lo que llamamos problemas son lecciones, por eso nada de lo que nos sucede es en vano.
No te quejes, recuerda que naciste desnudo, entonces ese pantalón y esa camisa que llevas ya son ganancia.
Cuida el presente porque en él vivirás el resto de tu vida.
Libérate de la ansiedad, piensa que lo que debe ser será, y sucederá naturalmente...

Facundo Cabral

lunes, 28 de enero de 2008

Reflexión

UNA HISTORIA PARA RECORDAR
Esta es la historia que le ocurrió hace muchos años a una profesora de una escuela elemental.
Su nombre era Ms. Murga. Cuando se paró al frente de su clase del Quinto Grado el primer día de clases, les dijo una mentira.
 
Como la mayoría de los profesores, ella miro a sus alumnos y dijo que los amaba a todos por igual. Pero eso era imposible porque allí en la primera fila, estaba un niño llamado Lolo Sánchez.
Ms. Murga había visto a Lolo el año anterior y notó que el no jugaba bien con los otros muchachos, que su ropa era desordenada y que necesitaba bañarse. Llegó al punto, en que Ms. Murga realmente se deleitara con un lapicero grueso de color rojo, marcando una X y luego poniendo un CERO enorme sobre las tareas de Lolo.
En el colegio donde Ms. Murga enseñaba, ella tenia que revisar los registros pasados de cada alumno y puso en el Lolo para el ultimo. Sin embargo, cuando revisó su archivo, se sorprendió.
La profesor del Primer Grado de Lolo escribió: "Lolo es un chico brillante con una sonrisa en los labios. Hace su trabajo limpiamente y tiene buenos modales... es un deleite que esté con nosotros"
El profesor del Segundo Grado escribió: "Lolo es un excelente estudiante, bien querido por sus compañeros, pero esta en problemas porque su madre tiene una enfermedad terminal y su vida en casa debe ser sofocante."
Su profesora del Tercer Grado escribió, "La muerte de su madre ha sido muy dura para Lolo. Él trata de hacer lo mejor posible, pero su padre no muestra mucho interés y su vida en casa pronto lo afectará si no se toman las medidas convenientes."
La profesora del Cuarto Grado escribió, "Lolo está aislado y no muestra interés en el colegio. No tiene muchos amigos y algunas veces se duerme en clase."
A estas alturas, Ms. Murga se había dado cuenta del problema y estuvo avergonzada de si misma. Ella se sintió aún peor cuando sus alumnos le trajeron regalos por Navidad, envueltos en vistosos papeles y hermosos listones, excepto el de Lolo. Su regalo había sido descuidadamente envuelto en un papel marrón, que recortó de una bolsa de los supermercados.
A Ms. Murga le causó dolor abrirlo en medio de los otros regalos. Algunos de los chicos comenzaron a reírse cuando encontró un brazalete con algunas piedras faltando y un frasco de perfume a punto de acabarse, pero ella silenció las risas de los niños cuando exclamó "¡Qué bello brazalete!", colocándoselo y aplicándose un poco del perfume en la muñeca.
Ese día, Lolo se quedo hasta tarde en el colegio, para decirle: "Ms Murga, hoy usted olía como mi mamá lo hacía en nuestra ultima Navidad."
Después que los chicos se fueron, lloró por lo menos una hora. Ese mismo día, dejó de enseñar lectura, escritura y aritmética. Es su lugar, empezó a enseñar a los niños.
Ms. Murga puso especial atención a Lolo. Mientras ella trabajaba con él, la mente de Lolo parecía tomar vida. Mientras más aliento le daba ella, más rápido respondía él. Al final del año, Lolo llego a ser uno de los chicos más destacados de la clase y a pesar de su mentira que ella los amaba a todos por igual, Lolo llegó a ser el "preferido de la profesora."
Un año mas tarde, encontró una nota bajo la puerta. Era de Lolo, diciéndole que ella aún seguía siendo la mejor profesora que haya tenido en su vida.
Pasaron seis años mas y ella encontró otra nota de Lolo. Le decía que había terminado el colegio, como el tercero de su clase, y que ella todavía seguía siendo la mejor profesora de toda su vida.
Cuatro años más tarde, ella recibió una carta de Lolo, diciendo que aunque las cosas habían sido difíciles él seguía estudiando y que pronto se graduaría en la Universidad ocupando los más altos lugares de honor. Le aseguro a Ms. Murga que ella todavía se mantenía como la profesora favorita que jamás haya tenido en su vida.
Pasaron cuatro años mas y le llega otra carta. Esta vez, Lolo le explicaba que después de haberse graduado en la Universidad, había ido un poco mas allá. La carta le explicaba que ella aun seguía siendo la maestra favorita que había tenido. Pero ahora su nombre era un poco más largo, la carta fue firmada por el Dr. Teodoro F. Sánchez.
La historia no termina allí. Hubo otra carta en los próximos meses. Lolo le dijo que había conocido a una chica y que iba a casarse. Le explico que su padre había fallecido un par de anos atrás y que le gustaría saber si Ms. Murga podría aceptar sentarse en el lugar que en las bodas esta reservado generalmente para la madre del novio.
Por supuesto que Ms. Murga lo hizo. ¿Y adivina que? Ella usó ese brazalete, el que le faltaban algunas piedras. Y además se aseguro de usar el perfume que a Lolo le recordara a su madre cuando pasaron la ultima Navidad juntos.
Ellos se abrazaron, y cuando lo hacían, el Dr. Sánchez le susurro en el oído a Ms. Murga:
"Gracias Ms Murga por creer en mi. Muchísimas gracias por hacerme sentir importante y mostrarme que yo puedo hacer una diferencia."
Ms. Murga, con lagrimas en sus ojos, le respondió susurrando también:
"Lolo, tu estas completamente equivocado. Tu fuiste quien me enseñó a mí que yo podía hacer una diferencia. Yo no sabia como enseñar hasta que te conocí."
Tal vez esta historia no sea verídica, pero ninguno de nosotros podrá negar el efecto que tienen nuestras palabras, nuestro proceder tiene sobre nuestros estudiantes. Para ahondar en el tema les recomiendo un texto de Carina Kaplan: "Buenos y malos alumnos, descripciones que predicen". Editorial Aique, Bs. As

domingo, 27 de enero de 2008

La Naturaleza


Eckhart Tolle
Dependemos de la naturaleza
para que nos enseñe el camino a casa,
el camino de salida de la prisión de nuestras mentes.
Nos hemos perdido en el hacer, en el pensar, en el recordar, en el anticipar.
Hemos olvidado lo que las rocas,
las plantas y los animales ya saben. 
Nos hemos olvidado de ser:
de ser nosotros mismos,
de estar en silencio,
de estar donde esta la vida:
Aquí y Ahora.  
Llevar tu atención a una piedra, a un árbol o a un animal no significa pensar en ellos, sino simplemente percibirlos darte cuenta de ellos.
Entonces se te transmite algo de su esencia. 
Sientes lo profundamente que descansa en el Ser,
completamente unificado  con lo que es y con donde esta. 
Al darte cuenta de ello, tú también entras en un lugar de profundo reposo dentro de ti mismo.
Cuando camines o descanses en la naturaleza,
honra ese reino permaneciendo allí plenamente. 
Serénate.  Mira.  Escucha
tu cuerpo opera una inteligencia mayor que la mente humana. 
Es la misma inteligencia que lo sustenta todo en la naturaleza.
Para acercarte al máximo a esa inteligencia,
sé consciente de tu propio campo energético interno, siente la vida, la presencia que anima el organismo.
Cuando percibes la naturaleza solo a través de la mente,
del pensamiento, no puedes sentir su plenitud de vida, su ser. 
Solo, ves la forma y no eres consciente de la vida que la anima,
del misterio sagrado. 
El pensamiento reduce la naturaleza a un bien de consumo,
a un medio de conseguir beneficios, conocimiento,
o algún otro propósito práctico
Observa, siente un animal, una flor, un árbol,
y mira como descansan en el Ser.  
Cada uno de ellos es él mismo. 
Tienen una enorme dignidad, inocencia, santidad.
En el momento en que miras más allá de las etiquetas mentales, sientes la dimensión inefable de la naturaleza, que no puede ser comprendida por el pensamiento.  
Es una armonía, además de compenetrar la totalidad de la naturaleza, también esta dentro de ti.
Conecta con la naturaleza del modo más íntimo e interno percibiendo tu propia respiración y aprendiendo a mantener tu atención en ella.
Esta es una práctica muy curativa y energizante.
Produce un cambio de conciencia que te permite pasar del mundo conceptual del pensamiento al ramo de la conciencia incondicionada.
Necesitas que la naturaleza te enseñe
y te ayude a reconectar con tu Ser. 
La naturaleza puede llevarte a la quietud. 
Ese es su regalo para ti.
Cuando percibes la naturaleza y
te unes a ella en el campo de quietud,
este se llena de tu conciencia. 
Ese es tu regalo a la naturaleza.
A través de ti, la naturaleza toma conciencia de sí misma.
Es como si la naturaleza te hubiera estado esperando durante millones de años.
No estás separado de la naturaleza.
Todos somos parte  de la Vida Una que se manifiesta en incontables formas en todo el universo, formas que están, todas ellas, completamente interconectadas

sábado, 26 de enero de 2008

Paradoja

 Publicado por: Aaron
Hace muchos, muchos años, vivía en cierto país, un joven y famoso pintor. Una vez decidió crear un retrato realmente grandioso, un retrato en vivo lleno de la alegría de Dios, con un par de ojos que irradiasen paz eterna. Emprendió la búsqueda de una persona cuyo retrato reflejase la luz eterna, etérea.
Recorrió pueblo tras pueblo y una selva tras otra en busca de esa persona. Finalmente halló un pastor cuyos ojos brillaban, cuyo rostro y aspecto daban la vaga sensación de que provenía de una morada celestial. Bastaba echarle una mirada para convencerse de que Dios también se halla presente en el hombre.
El artista pintó un retrato de este hombre. Millones de copias del retrato se vendieron por todas partes. La gente se sentía agradecida por poder colgar el retrato en sus paredes.
Luego de un intervalo de veinte años, cuando el artista había envejecido, pensó en hacer otra obra maestra. Había experimentado que la vida no es sólo bondad; también Satanás mora en el hombre. La idea de pintar un cuadro de Satanás le perseguía, pues sólo tendría un hombre completo si tenía las dos pinturas, complementándose la una a la otra. Había realizado una pintura de la cualidad divina; ahora deseaba retratar a la encarnación del mal.
Deseaba hallar a un hombre que no fuese un hombre, sino un demonio. Recorrió templos del vicio, bares y manicomios. El sujeto debía estar lleno de los fuegos del infierno; su rostro debía mostrar todo lo que es malo, feo y sádico. Debía ser un símbolo del pecado…
Después de prolongada búsqueda, el artista encontró a un prisionero en una cárcel. El hombre había cometido siete asesinatos, y por eso se le había sentenciado a ser ahorcado en pocos días. El infierno era obvio en sus ojos; irradiaban odio. Su rostro era el más desagradable que pudieras encontrar. El artista comenzó a retratarlo.
Al terminar, trajo su pintura anterior y colocó una pintura al lado de la otra para apreciar el contraste. Desde el punto de vista artístico, era muy difícil decidir cuál era la mejor. Las dos eran maravillosas. Permaneció de pie, mirando los dos cuadros. Y entonces oyó un sollozo. Volteó la cabeza y vio al prisionero encadenado y llorando.
El pintor se quedó perplejo. Preguntó: «Amigo mío, ¿por qué lloras? ¿En qué forma te perturban estas pinturas?»
El prisionero respondió: «He intentado ocultar la verdad durante todos estos días, pero hoy me he visto vencido. Tú quizás no sabes que la primera pintura también es mi retrato. Ambos son retratos míos. Yo soy el mismo pastor que encontraste hace veinte años en las montañas. Lloro por mi caída en los últimos veinte años, del cielo al infierno, de Dios a Satanás.
Osho.

viernes, 25 de enero de 2008

Reflexión

ERES IMPORTANTE PARA MÍ
Una profesora universitaria inicio un nuevo proyecto entre sus alumnos. A cada uno les dio cuatro moños de color azul, todos con la leyenda "ERES IMPORTANTE PARA MÍ", y les pidió que se pusieran uno.
Cuando todos lo hicieron, les dijo que eso era lo que ella pensaba de ellos. Luego les explico de que se trataba de un experimento: tenían que darle uno de los moños a alguna persona que fuera importante para ellos, explicándoles el motivo y dándole los otros moños para que ellos hicieran lo mismo. El resultado esperado era ver cuánto podía influir en las personas ese pequeño detalle.
Todos salieron de esa clase comentando a quién darían sus listones. Algunos mencionaban a sus padres, a sus hermanos o a sus novios. Pero entre aquellos estudiantes, había uno que estaba lejos de casa. Este muchacho había conseguido una beca para esa universidad y al estar lejos de su hogar, no podía darle ese listón a sus padres o sus hermanos. Pasó toda la noche pensando a quién daría ese listón.
Al otro día muy temprano tuvo la respuesta. Tenía un amigo, un joven profesional que lo había orientado para elegir su carrera y muchas veces lo asesoraba cuando las cosas no iban tan bien como el esperaba. Esa era la solución!. Saliendo de clases se dirigió al edificio donde su amigo trabajaba. En la recepción pidió verlo. A su amigo le extrañó, ya que él muchacho lo iba a ver después de que él salía de trabajar, por lo que pensó que algo malo estaba sucediendo. Cuando lo vio en la entrada, sintió alivio de que todo estuviera bien, pero a la vez le extrañaba el motivo de su visita. El estudiante le explicó el propósito de su visita y le entregó tres moños, le pidió que se pusiera uno y le dijo que "al estar lejos de casa, el era el más indicado para portarlo". El joven ejecutivo se sintió halagado, no recibía ese tipo de reconocimientos muy a menudo y prometió a su amigo que seguiría con el experimento y le informaría de los resultados. El joven ejecutivo regresó a sus labores y ya casi a la hora de la salida se le ocurrió una arriesgada idea: Le quería entregar los dos moños restantes a su jefe.
El jefe era una persona huraña y siempre muy atareada, por lo que tuvo que esperar que estuviera "desocupado".
Cuando consiguió verlo, su jefe estaba inmerso en la lectura de los nuevos proyectos de su departamento, la oficina estaba repleta > de reconocimientos y papeles. El jefe sólo gruñó: -"¿Qué desea?". El joven ejecutivo le explicó tímidamente el propósito de su visita y le mostró los dos moños. El jefe, asombrado, le preguntó: "¿Por qué cree usted que soy el más indicado para tener ese moño?". El joven ejecutivo le respondió que él lo admiraba por su capacidad y entusiasmo en los negocios, además que de él había aprendido bastante y estaba orgulloso de estar bajo su mando. El jefe titubeo, pero recibió con agrado los dos moños, no muy a menudo se escuchan esas palabras con sinceridad estando en el puesto en el que él se encontraba.
El joven ejecutivo se despidió cortésmente del jefe y, como ya era la hora de salida, se fue a su casa.
El jefe, acostumbrado a estar en la oficina hasta altas horas, esta vez se fue temprano a su casa. En la solapa llevaba uno de los moños y el otro lo guardó en el bolsillo de su camisa. Se fue reflexionando mientras manejaba rumbo a su casa. Su esposa se extrañó de verlo tan temprano y pensó que algo le había pasado, cuando le preguntó si pasaba algo, el respondió que no pasaba nada, que ese día quería estar con su familia. La esposa se extrañó, ya que su esposo acostumbraba llegar de mal humor.
El jefe pregunto:- "¿Dónde esta nuestro hijo?", la esposa sólo lo llamó, ya que estaba en el piso superior de la casa. El hijo bajó y el padre sólo le dijo "Acompáñame". Ante la mirada extrañada de la esposa, y del hijo, ambos salieron de la casa. El jefe era un hombre que no acostumbraba gastar su "valioso tiempo" en su familia muy a menudo. Tanto el padre como el hijo se sentaron en el porche de la casa. El padre miró a su hijo, quien a su vez lo miraba extrañado. Le empezó a decir que sabía que no era un buen padre, que muchas veces se perdió de aquellos momentos que sabía eran importantes. Le mencionó que había decidido cambiar, que quería pasar más tiempo con ellos, ya que su madre y él eran lo más importante que tenía.
Le mencionó lo de los moños y su joven ejecutivo. Le dijo que lo había pensado mucho, pero quería darle el último moño a él, ya que era lo más importante, lo más sagrado, para él, que el día que nació, fue el más feliz de su vida y que estaba orgulloso de él. Todo esto mientras le prendía el moño que decía "Eres importante para mí" El hijo, con lágrimas en los ojos le dijo: -"Papá, no se qué decir, mañana pensaba suicidarme porque pensé que no te importaba. Te quiero papá , perdóname...."
Ambos lloraron y se abrazaron, el experimento de la profesora dio resultado, había logrado cambiar no una, sino varias vidas, con sólo expresar lo que sentía....
Ese es el poder de uno... Expresar lo que sientes y darle valor a los detalles de la gente que te ama. Por eso tú para mí... " Eres muy Importante " UNA GRAN FRASE "Se necesita sólo de un minuto para que te fijes en alguien, una hora para que te guste, un día para quererlo, pero se necesita de toda una vida para que lo puedas olvidar".
Remitido por Javier Coifman

jueves, 24 de enero de 2008

Meditación

Hay tres cosas
Ánimo
Hay tres cosas en la vida que pasan y nunca regresan:El  tiempo...
Las  palabras...
Las  oportunidades. 
Hay tres cosas en la vida que pueden destruir a una persona:La ira...
El  orgullo...
No saber perdonar. 
Hay tres cosas en la vida que nunca debes perder:La paz...
La honestidad...
La esperanza.
Hay tres cosas en la vida que tienen mayor valor:El amor...
La bondad...
Las relaciones.  
Hay tres cosas en la vida que no son seguras:El éxito...
La felicidad...
Los sueños.
Hay tres cosas en la  vida que forman a una persona:La sinceridad...
El compromiso...
La constancia. . .
Solo hay tres personas que son verdaderamente fieles:El padre...
El hijo...
El espíritu santo.

miércoles, 23 de enero de 2008

Felicidad

Y... ¿QUE ES LA FELICIDAD?

El ser humano ha buscado insistentemente la felicidad a través de la historia de la
Humanidad y para encontrarla y más aún para conservarla, ha empleado todos los mecanismos físicos que los adelantos propios de cada época, le han permitido.  Es la razón por la que adquiere seguros de vida, vehículos, casas y cosas; compra poder, conciencias y voluntades. Todo para "conservar la felicidad".

La verdadera esencia de nuestro ser interno, que se va perdiendo con el fortalecimiento de la personalidad y de lo externo nos indicaría, si le permitiéramos expresarse, que la felicidad es una actitud. Y la misma depende únicamente de lo que "somos", no de lo que "sabemos" o "poseemos". Los títulos y las pertenencias se quedan en este mundo cuando partimos definitivamente, cuando nuestra alma vuela en libertad ante el llamado Divino.
La felicidad es la paz que se logra a través de la comprensión y la tolerancia. Es agradecimiento, es benevolencia, es ayuda espiritual, es esperanza, es el trabajo por los demás. Son momentos de plácido descanso en el amor del ser amado.


El Mahatma Ghandi decía acerca de la felicidad, que es la armonía entre lo que se piensa, se dice y se actúa.

Y en un plano esotérico, la felicidad está hecha de momentos de regocijo interno, es el despojar el cuerpo de preocupaciones y sufrimientos y lanzarlos al viento. Es tener el corazón liviano, libre y bien amado.  Es comenzar un sueño de luz, un mundo sin restricciones, sin limitaciones ni razones absurdas para explicar lo inexplicable.

Pero la felicidad sólo puede ser reconocida por los seres que, amando a otros seres, encuentran en ellos el fruto de la Creación Divina.
La felicidad es, en suma, una actitud personal frente a la vida, sus circunstancias, deleites y desengaños.
Se es feliz cuando no se busca la felicidad, pues ¡ella siempre está con nosotros!.

Aprendí

Hoy Aprendí que..
El obstáculo más grande es el miedo
Que el día más bello es hoy
Que los mejores maestros son los niños
El mayor error es darse por vencido
El más grande defecto es el egoísmo
La mayor distracción es el trabajo
Que la peor bancarrota es el desanimo
El regalo más hermoso es el perdón
La única verdad es Jesucristo
Lo más maravilloso es el amor
La felicidad más grande es la paz
y que dar antes de pensar en sí mismo,
es la mejor forma de recibir

martes, 22 de enero de 2008

Reflexión

Confidencias
Ánimo
¿Has estado alguna vez en una fiesta en la que se pasa una gorra de la que cada uno saca un papelito con una pregunta?
Yo sí y curiosamente en dos ocasiones me tocó la misma pregunta: Cuenta una de las experiencias más bochornosas que has vivido. La primera vez me entró pánico. Mi mente se quedó en blanco.
La segunda vez se me ocurrieron varias; pero no tuve valor para contar ninguna.
Después de la incomodidad que sentí en esa última fiesta, decidí que era hora de hacer examen de conciencia. ¿Por qué me resultaba tan embarazoso contar esas cosas? No era sólo la vergüenza de  contar algo frente a un grupo de personas, había algo más. Me di cuenta que recordar y traer a la memoria esas experiencias, seguía siendo perturbador, a pesar del tiempo que había transcurrido.
¿Por qué me daba tanto miedo que otras personas se dieran cuenta de que era imperfecto, vulnerable y hasta un poco tonto? ¿Es posible que la vanidad, el orgullo o el miedo me estuvieran empujando a tomarme a mí mismo demasiado en serio?
Tras reflexionar, me acordé de que la Biblia habla mucho de los buenos efectos de la humildad. Nos enseña, por ejemplo, que Dios mora con los humildes y que ama al humilde de espíritu.
Jesús fue un ejemplo de humildad y me acordé también de algo que había leído: «Dios hace algunas cosas para enseñarnos humildad, otras para mantenernos humildes y otras más para ver si seguimos siendo humildes»
De ser cierta esa máxima -razoné- y el principio bíblico de que «a quienes aman a Dios todo cuanto pueda sucederles les ayuda para bien», hasta esas bochornosas experiencias deberían resultarme provechosas.
Con esa idea en la cabeza, decidí dejar de resistirme a las lecciones de humildad de Dios. Es más, me propuse echarle una mano para agilizar el proceso. Me expondría al bochorno y desvelaría todas esas experiencias en que tuve que tragarme el orgullo.
Así que decidí empezar por el principio. Mi primera situación bochornosa la tuve antes de nacer, aunque lógicamente, no me enteré del asunto hasta mucho después.
Mi nombre me lo puso el perro de la familia. No es broma; lo digo en serio. Ocurrió así: Resulta que mis padres no lograban ponerse de acuerdo en qué nombre ponerme. Mi madre quería bautizarme con el de su padre; y mi padre deseaba que yo llevara su propio nombre. La solución obvia era ponerme ambos nombres; pero les resultaba difícil decidir en que orden lo harían. ¿Sabes cómo resolvieron el dilema? Muy simple. No se les ocurrió nada mejor que dejar el asunto en manos, o en las patas del perro.
En un rincón del cuarto colocaron un plato del alimento favorito del animal y un letrero en el que figuraba el nombre de mi padre; y en el extremo opuesto otro plato del mismo alimento con el nombre de mi abuelo al lado. El perro optó por el plato del lado de mi madre y como consecuencia, desde entonces me llamo Curtis Peter.
    
Ya vez, fui capaz de contarlo sin tapujos. Y no me costó tanto como me imaginaba. Así aprendí que trayendo las cosas a la luz es mucho más fácil superarlas que manteniéndolas escondidas.

lunes, 21 de enero de 2008

Reflexión

La bomba de agua
Ánimo
Cuentan que un hombre estaba perdido en el desierto y a punto de morir de sed, de pronto vio una vieja cabaña sin ventanas, sin techo, estropeada por el tiempo. El hombre se acomodó en una pequeña sombra huyendo del calor del sol desértico y mirando alrededor vio, a algunos metros de distancia, una bomba de agua, vieja y oxidada. Se arrastró hasta allí y empezó a bombear sin parar.
No ocurrió nada y desanimado, se echó en el suelo. De pronto notó que al lado de la bomba había una botella. La miró, le limpió la suciedad y el polvo y pudo leer el siguiente mensaje: "Para que esta bomba funcione, primero necesitas prepararla vaciando en ella, toda el agua de esta botella, mi amigo".
PD.: "Haz el favor de rellenar la botella antes de irte."
El hombre abrió la botella y efectivamente tenía agua. La botella estaba casi llena de agua. Pero ahora se enfrentaba a un gran dilema: Si bebía el agua podría sobrevivir, pero si echaba el agua en la vieja bomba oxidada, quizá obtendría agua fresca, bien fría, del fondo del pozo, o quizás no.
Si la bomba funcionaba podría tener toda el agua que quisiera y podría llenar la botella para la próxima persona, pero ¿y si no funcionaba?
¿Qué debía hacer? ¿Volcar el agua en la vieja bomba y esperar el agua fresca y fría o beber el agua de la botella y salvar su vida?
¿Debía perder toda el agua que tenía, esperando que aquellas instrucciones poco confiables, escritas no se sabía cuando, fueran ciertas?
Con temor, el hombre volcó toda el agua en la bomba y empezó a bombear... La bomba empezó a chirriar, pero nada ocurrió.
Al cabo de unos instantes surgió un hilito de agua; después un pequeño chorro y, finalmente el agua salió con abundancia.
La vieja y oxidada bomba hizo salir mucha, pero mucha agua fresca y cristalina. El hombre llenó la botella y bebió de ella hasta saciarse. La llenó otra vez para el próximo que pasara por allí, la enroscó y agregó una pequeña nota a la etiqueta.
¡Créeme, funciona! ¡Necesitas dar toda el agua antes de poder obtenerla otra vez!
“Necesitas vaciarte de ti mismo para poder recibir todas las maravillas que Dios tiene preparadas para ti”

domingo, 20 de enero de 2008

Felicidad

LA FELICIDAD DEPENDE DE TI
"La felicidad es una mariposa que sale volando cuando la persigues pero que puede posarse a tu lado, si te sientas tranquilamente a mirar".
(Nathaniel Hawthorne)

El concepto de felicidad es muy diferente de unas personas a otras y aunque hay cosas y sensaciones que pueden ser comunes, los gozos de unos pueden ser la pesadilla de otros; así, el escalador es feliz arriesgando su vida para vencer a la montaña mientras que una persona normal sentiría pánico por verse expuesta a esos riesgos.
Algunas personas son felices llevando una vida tranquila y segura mientras otras se mueren de aburrimiento si no hay en su vida cambios, novedades y fuertes excitaciones.
La felicidad depende más de lo que ocurre dentro que de lo que nos sucede fuera; de las ideas que tenemos sobre nosotros mismos y sobre la vida.
Depende de todos los misterios que viven en el Bosque Mágico de tu Mente.
Dentro de tu mente lo tienes todo.
El Sol y la Luna, Las montañas y los valles.
Los colores del amanecer y las sombras de la noche.
La alegría de las cascadas y la niebla espesa que empapa el alma de nostalgias infinitas.
Dentro de tu mente está la mano que te acaricia y la piel que tanto añoras.
Si buscas dentro de tu mente, siempre encontrarás razones para ser feliz y también para permanecer en la tristeza.
Porque tu felicidad no depende de lo que haces ni tampoco de lo que tienes.
No depende de cómo sea tu cuerpo ni de que tengas más o menos dones.
Sólo depende de lo a gusto que estés
con lo que haces,
con lo que tienes,
con tu cuerpo
y con tus dones.
Básicamente, la Felicidad depende de que realmente quieras ser feliz y estés tan a gusto contigo mismo como para poder sentir todo el Amor de la Vida que te ha permitido existir.
(Autor desconocido)

sábado, 19 de enero de 2008

Paciencia

Cada vez que pierdes la paciencia...

Esta es la historia de un muchachito que tenía muy mal carácter.
Un día, su padre le dio una bolsa llena de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia, debería clavar un clavo detrás de una puerta.
El primer día, el muchacho clavó 37 clavos detrás de la puerta. Las semanas que siguieron, a medida que el aprendía a controlar su genio, clavaba cada vez menos clavos detrás de la puerta.
Descubrió que era más fácil controlar su genio que clavar clavos. Llegó el día en que pudo controlar su carácter durante todo el día.
Después de informar a su padre, éste le sugirió que retirara un clavo cada día que lograra controlar su carácter.
Los días pasaron y el joven pudo anunciar a su padre que no quedaban más clavos para retirar de la puerta...
Su padre lo tomó de la mano y lo llevó hasta la puerta.
Le dijo: "has trabajado duro, hijo mío, pero mira todos esos hoyos en la puerta. Nunca más será la misma. Cada vez que tú pierdes la paciencia, dejas cicatrices exactamente como las que aquí ves."
Tú puedes insultar a alguien y retirar lo dicho, pero del modo como se lo digas lo devastará, y la cicatriz perdurará para siempre.

viernes, 18 de enero de 2008

Aprendí

EN EL CAMINO APRENDÍ...

Que llegar alto no es crecer.
Ni que escuchar es oír.
Ni lamentarse es sentir.
Que mirar no siempre es ver.
¡ Ni acostumbrarse es  amar ..!
En el camino aprendí...
Que andar solo no es soledad ...
Que la cobardía no es paz.
Ni se es feliz por solo sonreír.
¡Y que peor que mentir es silenciar la verdad!
Que puede un sueño de Amor
abrirse como una flor
      y como esa flor morir ...
APRENDÍ...
Pero que en su breve existir : ¡Es todo aroma y color …!
El camino me enseñó:
Que no es sumisión la humildad.
La humildad es ese Don que se suele confundir:
“No es lo mismo ser servil, que ser un buen servidor …”

Cuando vayan mal las cosas  como a veces suelen ir,
Cuando ofrezca tu camino solo cuestas que subir,
Cuando tengas poco haber pero mucho que pagar,
Y precises sonreír  aún teniendo que llorar,
Cuando el dolor te agobie y no puedas ya sufrir...
Descansar acaso debes, pero nunca DESISTIR
¡CUANDO TODO ESTÉ PEOR, MAS DEBEMOS INSISTIR!
APRENDÍ EN MI LARGO CAMINO...
Qué los amigos son:
Para el frío: ABRIGO.
Para la oscuridad:  LUZ.
Para el miedo:  REFUGIO.
Para la adversidad,:  ESPERANZA. 

jueves, 17 de enero de 2008

Almuerzo

Un niño pequeño quería conocer a Dios.
    Sabía que tendría que hacer un largo viaje para llegar hasta donde Él vive, así que guardó en su maleta pastelitos de chocolate y refrescos de fruta…
     Y empezó su andadura.
     Cuando había caminado unas horas, se encontró con una mujer anciana. 
     Estaba sentada en un banco del parque, sola, contemplando en silencio algunas palomas que picoteaban migajas de pan que ella les arrojaba.
El niño se sentó junto a ella y abrió su maleta.
     Comenzó a beber uno de sus refrescos cuando notó que la anciana le miraba, así que le ofreció uno de ellos. Ella agradecida lo aceptó y le sonrió. Su sonrisa era muy bella, tanto que el niño quería verla de nuevo, así que le ofreció entonces uno de sus pastelillos.
     De nuevo ella le sonrió. El niño estaba encantado, y se quedó toda la tarde junto a ella, comiendo y sonriendo, aunque sin hablar una palabra.
Cuando oscurecía, el niño se levantó para irse.
Dio algunos pasos, pero se detuvo; dio vuelta atrás, corrió hacia la anciana y le dio un abrazo.
     Ella después de abrazarlo, le dedicó la más grande  sonrisa de su vida.
Cuando el niño llegó a su casa, su madre quedó sorprendida de la cara de felicidad que traía.
     Entonces le preguntó:
   -"Hijo, ¿qué   hiciste hoy que te hizo tan feliz?".
    El niño le  contestó:"¡Hoy almorcé con Dios!"...
   Y antes de que su madre reaccionara, añadió:
   -"Y ¿sabes? ¡Tiene la sonrisa más hermosa que nunca he visto!"
Mientras tanto, la anciana, también radiante de felicidad, regresó a su casa.
    Su hijo se quedó  sorprendido de la expresión de paz que reflejaba en su cara, y le preguntó:
     -"Mamá, ¿qué hiciste hoy que te ha puesto tan feliz?“.
     La anciana le  contestó:
    -"¡Comí pastelitos de chocolate con Dios, en  el parque!"...
   Y antes de que su hijo respondiera, añadió:
    -"Y ¿sabes? ¡Es más joven de lo que yo pensaba!" …

Moraleja:
Con frecuencia, no  damos importancia al poder de un abrazo, de una  palmada en la espalda, de una sonrisa sincera, de una palabra de aliento, de un oído que escucha, de un cumplido sincero,  o del acto más pequeño de preocupación...
      Mas todos esos  detalles tienen el mágico poder de  cambiar tu vida o la de los demás, de darle un gran giro y hacerla feliz.

Todas las personas llegan a nuestras vidas por una razón, bien sea por un tiempo o se quedan para toda una vida.
                              ¡Recíbelos a todos por igual!
    ¡¡¡ AH, Y NO OLVIDES ALMORZAR SIEMPRE CON DIOS...!!!