Nunca digas adiós, si todavía quieres tratar. Nunca te des por vencido si sientes que puedes seguir luchando. Nunca le digas a una persona que ya no la amas, si no puedes dejarla ir. El amor llega a aquel que espera, aunque lo hallan decepcionado; a aquel que aun cree, aunque haya sido traicionado: a aquel que todavía necesite amar, aunque antes haya sido lastimado y aquel que tiene coraje y la fe para construir la confianza de nuevo.
Hemos de amar a Dios, haciéndonos cargo de las ofensas que le hemos provocado.
A lo largo del día, repitamos con frecuencia: "Lávame, Señor, de mis pecados y límpiame de toda iniquidad".
Tienen que ejercitarse en el sufrimiento, porque cuando fijen su mirada en la cruz, verán que Él tiene inclinada la cabeza, porque quiere besarlos y tiene lo brazos abiertos porque quiere abarcarlos en un fuerte abrazo.
¿Lo han comprendido, hermanos? Sufrimiento, dolor, humillación, son besos de Jesús. Acérquense tanto a Jesús en su Cruz, que Él pueda besarlos.
IMÁGENES DE NUEVOS SALUDOS EN TIEMPO DE COVID19
Hace 3 años
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