Este blog solo tiene un propósito y es que hagamos un paréntesis en nuestras vidas, e intentemos por unos momentos aparcar los problemas del día a día y relajarnos un poco, hay que pensar que la vida es un regalo aprendamos a disfrutarlo.

viernes, 25 de diciembre de 2009

Navidad

Cuento de Navidad

“ La Música que salía de la casa”….
 Como siempre, hacia la víspera de Navidad, el rey invitó al primer Ministro, a dar una vuelta por la ciudad.  Le gustaba ver cómo adornaban las calles, pero para evitar que sus súbditos se excedieran en los  gastos, con el objetivo de agasajarlos, solían disfrazarse con ropa de comerciantes que venían de tierras lejanas.
Caminaron por el centro, admirando las guirnaldas de luz, los abetos, las velas encendidas en las entradas de las casas  y los puestos de venta de regalos.
Todo el mundo, hombres, mujeres y niños,  se apresuraban a reunirse  con sus familiares, para celebrar esa noche en torno a una mesa repleta.
En el camino de regreso pasaron  `por el barrio más pobre. Allí, el ambiente era completamente distinto: nada de luces, velas, ni el olor apetecible de la comida lista para ser servida en la mesa. No había casi nadie por la calle,, y como hacía todos los años,  el rey comentó con el ministro, que debía “ prestar más atención a los pobres de su reino”. El ministro asintió con  la cabeza, convencido de que  pronto  el asunto sería olvidado de nuevo,  enterrado en la burocracia cotidiana,  la aprobación de presupuestos, y la reunión  con dignatarios extranjeros.
 De repente, oyeron una música que salía de una de las casas más pobres.
La chabola, mal construida,  con varias grietas entre las maderas podridas , es permitía ver lo que sucedía en el interior, y comprobaron  que la escena que allí se desarrollaba, era completamente absurda;,
Un viejo en una silla de ruedas, que parecía llorar; una joven completamente calva, que bailaba, y un muchacho de mirada triste, que tocaba un tamboril, y cantaba una canción tradicional.
Voy a ver qué pasa , dijo el rey….y llamó a la puerta.
El joven dejó de cantar, y fue a abrir.
“Somos mercaderes, y buscamos un lugar dónde dormir. Hemos oído la música,  hemos visto que todavía estáis levantados, y nos gustaría saber si podríamos pasar aquí la noche.
Pueden quedarse en algún hotel de la ciudad.  Desgraciadamente, no podemos ayudarlos a pesar de la música. En esta casa… reina la  tristeza y el sufrimiento.
Por mi culpa??      Era el viejo de la silla de ruedas el que hablaba…
Durante toda mi vida, he intentado darle educación a mi hijo,  para que aprendiese caligrafía  para que fuese uno de los escribas del palacio.
Sin embargo,  los años pasaban y no volvieron a ofertarse nuevas plazas….Hasta que anoche, tuve un sueño estúpido; un ángel aparecía y me pedía que  comprara una copa de plata; y que el rey iba a venir a visitarme,  a beber un poco y a conseguir un empleo para mi  hijo La presencia del ángel me pareció tan real, que decidí  hacer lo que me decía.
Como no tenemos dinero, mi nuera fue esta mañana al mercado, vendió su pelo,  y compramos esa copa de ahí.
Ahora intentan levantarme el ánimo,  cantando y bailando porque es Navidad,  pero es inútil…
El rey vio  la copa de plata,  pidió que le sirvieran un poco de agua porque tenía sed, y antes de marcharse, le dijo a la familia:
¡Qué coincidencia!!!! Hoy mismo hemos estado con el primer ministro,  y nos ha dicho que  las plazas se van a ofertar la semana que viene ¡!!
El viejo sacudió la cabeza con incredulidad, y despidió a los extranjeros….
Pero al día siguiente, fue leído un decreto real por todas las calles de la ciudad: buscaban un  nuevo escriba para la corte.
 
El día previsto, la sala estaba atestada de gente  deseosa por tan ansiado cargo. Cuando el primer ministro entró,  les pidió a todos que prepararan sus cuadernos y sus lápices…
 
-Este es el tema de la disertación- dijo. Por qué un anciano llora, una mujer calva baila, y un muchacho triste canta???
 
Un murmullo de asombro recorrió la sala. ¡Nadie sabía contar una historia como ésa!!!!!
Nadie, salvo un joven con ropa humilde, sentado en un rincón de la sala, que sonrió y empezó a escribir!!
 
FELIZ NAVIDAD!!!!!!

Feliz Navidad

Frases Navidad
Mejor que todos los regalos debajo del árbol de navidad es la presencia de una familia feliz.
Cuando se ha enviado la última, llega una de alguien a quien no le enviaste.
Las mejores cosas de la vida nunca vienen solas y en estas Navidades lo confirmé… ¡Vienen contigo!. ¡FELIZ NAVIDAD!.
Esta noche es Nochebuena y mañana Navidad, y al otro con resaca me vuelvo a trabajar.
He visto volando a la salud y me ha dicho que iba a tu casa. Le he pedido que busque al dinero y al amor y que este año vivan los tres en tu casa. Feliz Año Nuevo.
Trabajas menos que los Reyes Magos, que sólo lo hacen una vez al año y es mentira

jueves, 24 de diciembre de 2009

Mi tren de navidad

Quiero que esta navidad sea diferente,
quisiera ser un tren enorme para poder subir a toda mi gente
y a cada vagón ponerle un nombre distinto
para que cada uno de ellos suba
y se quede ahí, siempre, siempre conmigo...

Quisiera que cada vagón fuera diferente
para hacer sentir muy feliz a toda mi gente
y que ellos a su vez invitaran a sus amigos
para subir en mi tren y recorrer juntos el camino...
y así poder llegar cada uno a nuestro destino....

Y quizás te preguntarás que nombre lleva cada vagón,
ahora te los digo con todo el corazón, empecemos pues por
paz, amor, felicidad, prosperidad, fe,
éxito, esperanza, amistad, solidaridad, fuerza, dedicación,
sensibilidad, caridad, apoyo, carisma, humor, liderazgo,
risas, amor, ternura, compasión, carcajadas y emoción,
y también porque no? quizás un poco de dolor, para que así
puedas valorar, todos los vagones por los que has de pasar...
cada uno de ellos lo disfrutarás y ahí conocerás el valor de la amistad...
¡y se que no querrás, de mi tren jamás bajar!
Pero yo no quisiera que solo fuera en navidad,
quisiera todo un año para poderte demostrar
que el espíritu navideño si puede perdurar
solo es cuestión... de que tu quieras, a mi tren abordar...
y ser parte del sueño para convertirlo en realidad...

Quisiera esta Navidad poderte regalar todo eso y mucho más
pero lo más importante que yo quiero que tengas
es el corazón con las puertas bien abiertas,
para dejar entrar la luz de una estrella....
llamada Jesús... y que nunca, nunca te alejes de ella...
pues solo con él encontrarás la Navidad eterna.

domingo, 20 de diciembre de 2009

La Navidad

La Navidad no es un cuento

Alguien me acercó un cuento de Navidad que leyó en alguna parte. Lo contaré a continuación porque realiza un hermoso viaje al corazón de Jesús niño.
Se dice que, cuando los pastores se alejaron y la quietud volvió, el niño del pesebre levantó la cabeza y miró la puerta entreabierta. Un muchacho joven, tímido, estaba allí, temblando y temeroso.
-Acércate -le dijo Jesús- ¿Por qué tienes miedo?
-No me atrevo… no tengo nada para darte.
-Me gustaría que me des un regalo -dijo el recién nacido.
El pequeño intruso enrojeció de vergüenza y balbuceó:
-De verdad no tengo nada… nada es mío; si tuviera algo, algo mío, te lo daría… mira.
Y buscando en los bolsillos de su pantalón andrajoso, sacó una hoja de cuchillo herrumbrada que había encontrado.
-Es todo lo que tengo, si la quieres, te la doy…
-No -contestó Jesús- guárdala. Querría que me dieras otra cosa. Me gustaría que me hicieras tres regalos.
-Con gusto -dijo el muchacho- pero ¿qué?
-Ofréceme el último de tus dibujos.
El chico, cohibido, enrojeció. Se acercó al pesebre y, para impedir que María y José lo oyeran, murmuró algo al oído del Niño Jesús:
-No puedo… mi dibujo es «remalo»… ¡nadie quiere mirarlo…!
-Justamente, por eso yo lo quiero… siempre tienes que ofrecerme lo que los demás rechazan y lo que no les gusta de ti. Además quisiera que me dieras tu plato.
-Pero… ¡lo rompí esta mañana! - tartamudeó el chico.
-Por eso lo quiero… Debes ofrecerme siempre lo que está quebrado en tu vida, yo quiero arreglarlo… Y ahora - insistió Jesús- repíteme la respuesta que le diste a tus padres cuando te preguntaron cómo habías roto el plato.
El rostro del muchacho se ensombreció; bajó la cabeza avergonzado y, tristemente, murmuró:
-Les mentí… Dije que el plato se me cayó de las manos, pero no era cierto… ¡Estaba enojado y lo tiré con rabia!
-Eso es lo que quería oírte decir -dijo Jesús- Dame siempre lo que hay de malo en tu vida, tus mentiras, tus calumnias, tus cobardías y tus crueldades. Yo voy a descargarte de ellas… No tienes necesidad de guardarlas… Quiero que seas feliz y siempre voy a perdonarte tus faltas. A partir de hoy me gustaría que vinieras todos los días a mi casa.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Medtación

Meditacion de Navidad
Se cuenta la historia de una familia de alta sociedad, que hace muchos años iba a celebrar una festividad en honor al recién nacido de la casa. Esta se llevaría a cabo en la gran sala de la enorme mansión. Muchos huéspedes habían sido invitados para la ocasión y todos llegaron vestidos con sus ropas más elegantes. A medida que se iban quitando los abrigos, éstos eran llevados al piso superior para ser colocados sobre una cama en uno de los dormitorios.

Pasada la conmoción de la llegada de los huéspedes y luego de un largo rato de animada conversación, todo el mundo se aprestó para la ceremonia en honor a la criatura. De pronto alguien preguntó para sorpresa de todos: "¿Dónde está el bebe?" La intitutriz corrió escaleras arriba, buscando por todos lados y regresó con el rostro pintado de desesperación. No podían encontrar al bebé por ningún sitio. La búsqueda continuó durante unos minutos que parecieron eternos, hasta que alguien recordó haber visto a la criatura acostada sobre una de las camas. Y allí estaba todavía, bajo las ropas de abrigo de los invitados. Era irónico. El mismo objeto de la celebración había sido olvidado, descuidado y por poco destruído.

La pregunta que nos hacemos muchos cristianos en estos días navideños es: "¿Y ésto es la Navidad? ¿Dónde está el Niño cuyo cumpleaño supuestamente celebramos el 25 de diciembre?" Compra de regalos y juguetes, parrandas, exceso de comida y bebida, arbolitos de Navidad, ropa nueva... ¿Es éste el propósito de la Navidad? Las decoraciones son bonitas y la música navideña nos atrae, pero, ¿es eso la Navidad? ¿Dónde está el Niño Jesús? ¿Dónde le hemos puesto?

Como en nuestra historia inicial, a veces también somos culpables de olvidar la memoria del Santo Niño cuyo nacimiento decimos celebrar. Hoy en día hay muchos que no invitan a Cristo a su fiesta de Navidad. La Navidad para ellos es sólo una fiesta cualquiera, una oportunidad para derrochar, bailar y alborotar.

La Navidad debe ser una celebración alegre y llena de gozo. La Navidad verdadera es una fiesta santa porque, según el profeta Isaías, es un recuerdo sublime: "Porque un Niño nos es nacido, Hijo nos es dado y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz."

La Navidad para los cristianos es la del amor, la alegría, la esperanza y la paz. Es la Navidad de la adoración a Aquel cuyo cumpleaños celebramos: el Señor Jesucristo.


- Autor Desconocido -

martes, 1 de diciembre de 2009

Navidad

Navidad en tu Interior
Navidad significa nacimiento, y el símbolo de la Navidad es una estrella, una luz en la obscuridad que sirvió de guía para encontrar al salvador. No veamos más esta estrella fuera de nosotros, sino brillando en nuestro cielo interno y aceptémosla como símbolo de que ha llegado el tiempo del Cristo; el tiempo de reconocer nuestra verdadera identidad.

Dentro de cada uno de nosotros existe un Salvador que conoce nuestra totalidad, nuestra esencia. Es una sabiduría innata que, si la utilizamos como una guía, nos conducirá siempre a experiencias de paz, armonía y amor. Es algo muy especial que está en todos y es para todos. Si no sacamos el mayor provecho de ella es sólo porque no la podemos entender y mucho menos aceptar.

Esta esencia en nosotros es la que conoce nuestra totalidad o nuestra santidad. Pero como un amigo fiel, no llegará a donde no se ha le ha invitado. Por lo tanto, vamos a comenzar nuestras fiestas navideñas abriéndole la puerta a este invitado tan especial. No temamos abrirle la puerta y recibámosle sin expectativas. El sabrá orientarnos, sin equivocarse y nos traerá regalos que no podremos encontrar en ningún lugar del mundo.

Tan pronto recibamos ese invitado tan especial, estaremos listos para preparar la gran fiesta. Pero, ¿cómo va a ser esta fiesta de Navidad?

Nuestro amigo no pide nada. No exige sacrificios de ningún tipo. Por lo tanto, en esta Navidad, cerremos las puertas a todo sacrificio estéril, a la culpa, al miedo a la escasez y demos paso a lo único que tiene sentido en nuestras vidas, a ese regalo del cual derivan su existencia todas las cosas: el amor.

Para muchas personas, las estampas de la Navidad traen sentimientos de gozo y alegría. Para otras, esta época puede ser difícil, solitaria, aumentando los sentimientos de culpa y depresión. Continuamente leemos artículos sobre cómo disfrutar las fiestas, sin embargo muchos no podemos imaginar cómo salir de ese estado de inmensa soledad en que algunos nos sumergimos. A veces podemos sentirnos atrapados entre lo que queremos hacer y lo que debemos hacer. Nos sentimos culpables porque deseamos quedarnos en casa en vez de salir a visitar familiares por compromiso.

También podemos sentirnos perdidos porque no tenemos la familia que quisiéramos tener. Muchos de nosotros, año tras año esperamos que la mágica Navidad nos regale una persona que pueda llenar el vacío del solitario corazón, causando honda desesperación cuando no sucede. Recuerda que no estás solo(a). Que hay muchas personas compartiendo tus mismos sentimientos.

A continuación algunas ideas que pueden ser de gran ayuda para sentirte mejor contigo mismo(a) durante la Navidad:

1.
Acepta tus sentimientos sin juzgarlos como buenos o malos. Trabaja con ellos tratando de reafirmarte en el pensamiento más alto, el de Dios, en vez del dolor.

2.
Busca disfrutar del amor que está disponible, aunque no sea exactamente lo que quieras. Si hay alguien a quien puedas estenderle tu amor, hazlo, verás como lo recibirás multiplicado.

3.
No te conviertas en el mártir. Si la pasada Navidad no fue la mejor, según tu criterio, recuerda lo que aprendiste para no cometer los mismos errores. Aprende de ellos, levántate y sigue adelante. Recuerda que la alegría atrae la alegría y el dolor atrae dolor. Busca siempre atraer lo mejor.

En esta Navidad, deja que tu Ser se sane por completo del dolor y el sufrimiento y celebra tu liberación de las falsas cadenas que te han mantenido alejado(a) del disfrute pleno de la felicidad.

El Príncipe de Paz ha nacido para restablecer la condición de amor que no puede separarnos del Padre. Ha venido para enseñarnos que el mejor regalo que podemos hacer en esta Navidad es reconocer que todos somos hijos de un mismo Padre y que no puede haber separación entre sus hijos.

No permitamos que el rencor opaque el gozo de la Navidad, porque el nacimiento de Jesús no tendría sentido si lo apartamos de este gozo. Unámosno a celebrar un nuevo despertar en nuestras conciencias. Tengamos fe, construyamos un mundo de esperanzas.

Perdona, porque el perdón libera el alma y un alma libre puede elevar sus alas hacia horizontes no explorados.

- Por Maya Valle -