CARTA DE Cristo
Mi querido amigo (a):
Mi querido amigo (a):
Hoy quiero escribirte porque quiero conversar contigo... Sí, quiero hablarte con la voz del corazón y escuchar la voz del tuyo. Hace tiempo que te estoy esperando; sé que mantienes muchas cosas entre manos, que no tienes tiempo... pero, mi amor por ti es superior a todo lo que tengas que hacer, y por eso, hoy decidí escribirte.
Ah, se me había olvidado decirte quién soy; pero ¿no es verdad que tu ya sabes quién es el que te escribe?
Soy yo, Jesús, el hijo de María, tu amigo y salvador.
Dime amigo: ¿te cuesta creer? Para mí es tan importante contar con tu fe, porque quiero que me hagas presente vivo entre los hombres. ¿Te gustaría participar conmigo en esta gran misión de salvar la humanidad y llevar mi amor a los hermanos?
A mis amigos les he dicho que yo soy "La luz del mundo", pero, ¿sabes una cosa? Yo te necesito a ti para disipar tantas sombras que oscurecen la vida de los hombres.
¿Acaso no te das cuenta que el pecado ha enceguecido muchas mentes y endurecido muchos corazones?
Y... ¿tú mismo, no tienes la experiencia de la oscuridad en tu propia vida? ¿Quieres entonces, que compartamos hoy de tú a tú, esa situación tuya que te quita la paz e impide tu crecimiento interior?
¿Qué es lo que te está destruyendo, qué te pasa? Acaso ¿la impureza..., la incredulidad..., el egoísmo..., la mentira..., el desamor..., ha manchado tu juventud y por eso te sientes inquieto? Háblame con toda confianza, pues quiero ayudarte, brindarte mi amor misericordioso y sanarte con mi gracia.
Al decirle un día a mis amigos que mi Cuerpo era verdadera comida y mi Sangre verdadera bebida, muchos dieron un paso atrás y rompieron su amistad conmigo. Al preguntarle a los doce si también querían dejarme, Pedro me contestó: "Señor, ¿a quién iremos? Sólo tú tienes palabra de vida eterna".
Ahora dime tú, amigo (a), que eres joven y amas la vida ¿qué estás haciendo con tu juventud? ¿qué es lo que buscas? ¿qué es lo que anhelas?
Háblame, aquí estoy para escucharte... ánimo... No tengas miedo..., Yo estoy contigo. Yo he vencido la muerte y el dolor. Tu corazón puede descansar seguro en el mío, porque sólo quiero que tengas vida y la tengas en abundancia; para esto me envió mi Padre, que es también tu Padre; Él te ama tanto que me envió para salvarte... ¿Te das cuenta cuan inmenso es el amor de Dios por ti? Esta carta me está saliendo un poco larga, ¡pero créeme que estoy feliz comunicándome contigo!
Perdóname, pero quiero hacerte una pregunta, la misma que un día le hice a un amigo: "Pedro... ¿me amas? ¿como me lo aseguras? ¿Por qué no examinas un poco tu comportamiento con los hombres, mis hermanos, antes de responderme?
¡Gracias! Un millón de gracias por escucharme... por lo que me has confiado... y también por la respuesta que acabas de dar.
No olvides nunca que si te sientes cansado o triste, puedes contar conmigo, yo te aliviaré... Eso sí, trata de aprender de mí que Soy manso y humilde de corazón...
Bueno, hasta pronto, saluda a los tuyos, a todos los que amas... Diles que siempre los estoy esperando, porque mi amor por ti es eterno y no se agota jamás.
Para ti la fuerza de mi amor y el de mi Padre que es el mismo...
No me olvides nunca... "Yo jamás te abandonare"Tu amigo de siempre:
Jesucristo
(Espero tu respuesta)